Viadangos de Arbás (1280m, León, Cordillera Cantábrica). Este año viene muy malo en lo que a condiciones de nieve se refiere. Hay que aprovechar, pero bien, lo poco que cae. La temperatura es muy alta para la época pero la noche anterior ha precipitado algo de nieve. Nos desplazamos al valle de Arbás, a Viadangos, sin saber cuales serán las condiciones pero esperando que este abrigado valle tenga nieve acumulada. Será la primera salida en raquetas de este invierno. Del pueblo, antes de cruzar el puente de acceso al cementerio, sale una pista a la derecha que a estas horas ya le da el sol. Si preferimos sombra, seguiremos de frente. En suave ascenso vamos dejando el pueblo atrás. El valle es amplio y nos va brindando vistas sobre el Cuitu Negru. Pronto vemos una cascada a nuestra derecha y más arriba el pico Celleros. Nosotros seguimos la entrada al pinar, que está espectacular con la nieve recién caída. Seguimos la pista que se adivina bajo la nieve, luego en una zona abierta, y vamos avanzando hacia el O. En el lugar de una construcción de hormigón, volvemos a entrar el pinar, dejando en el fondo del valle a nuestra derecha una caseta refugio de Gistreo. Llegamos así a un amplio collado abierto (cota más alta, 1690m) que permite el paso al sur hacia Casares de Arbás. De frente las imponentes Tres Marías. Podemos iniciar el descenso por esta vertiente por una pista que arranca algo al E. de nuestra posición (collado de Gistreo) y baja en un par de vueltas al valle al pie del Palero o Primera María. Allí otro refugio nos da abrigo en caso de necesitarlo. Proseguimos camino hacia Casares, valle abajo, pero abandonamos la pista al terminar la parte llana de este valle. A nuestra izquierda vemos una torre de alta tensión, a cuya base nos dirigimos, para luego subir a las lomas superiores que dan paso a la Sierra del Turrón. La nieve, por ser vertiente sur, se encuentra en peores condiciones y el ascenso resulta algo incómodo. Suerte que arriba podemos disfrutar de unas extensas vistas hacia el embalse. Siguiendo hacia al E. y por ladera N. llegamos a un collado desde el que se ve claramente Viadangos y se adivina un camino por el que emprendemos el descenso. Pronto enlazamos a la pista que nos lleva al cementerio, a la entrada de Viadangos. Ruta circular sencilla, con las precauciones que deben tomarse en actividades invernales, 10,5 km de longitud y 550 m de desnivel.
