domingo, 13 de marzo de 2016

ALCORNOCAL DE TOLIBES Y PICO CUTIALES (858M)

Potes, Valle de Liébana (Cantabria). Al sur de Potes encontramos la cuenca del río Quiviesa, afluente del río Deva. En la ladera oriental del monte de este valle encontramos uno de los alcornocales más singulares de la Cordillera Cantábrica. Gracias al microclima de carácter mediterráneo del fondo de la hoya lebaniega, podemos encontrar bosques de encinas y alcornoques (sufras) que contrastan con la vegetación atlántica (robledales y hayedos) de las partes altas de Liébana. Estos alcornocales son autenticas reliquias forestales de la Iberia húmeda, pues la Cordillera Cantábrica no reúne condiciones para albergar vegetación mediterránea, salvo en unos pocos valles interiores como el de Liébana.  Recorriendo la pista por el PR S6  llegaremos a las ruinas de un antiguo monasterio y, un poco más allá, a la aldea abandonada de Porcieda. En lugar de volver por el mismo itinerario, remontamos un hermoso prado en cuya parte superior parte una pista que enlaza con la que asciende de la aldea de Tudes. Seguimos subiendo un poco más para llega a una collado que nos marca la cercana cumbre de Cutiales (858m) o Cutriales según IGN. Siguiendo por el cordal y tras salvar algún resalte rocoso, proseguimos por el amplio y afeado cortafuegos que a modo de cicatriz recorre la Sierra de Valmayor. Vamos dejando el monte de Tolibes a nuestra izquierda y pronto encontramos un desvío a la izquierda  (O) que rápidamente desciende hasta la ermita de Valmayor, lugar de celebración de la festividad de Potes (15 de agosto). De este singular lugar desciende un camino que en un kilómetro nos lleva a Potes. Un "paseo" para este luminoso domingo que culminará con una buena comida de cocido lebaniego en Los Camachos. 9 km y 690m de desnivel en algo más de 4 horas.
 

























 
 

sábado, 12 de marzo de 2016

PICO JANO (1446M)

Liébana (Cantabria), Picos de Europa. De esta vez toca espabilarse un poco con los amigos del Club Deportivo Marqués de Casariego que vamos a guiar por esta travesía que en esta ocasión nos depara de todo. En primer lugar, nos encaminamos a Dobarganes (930m), localidad próxima a Vega de Liébana. Nuestra senda se inicia en centro del pueblo, al lado de un cartel explicativo de la ruta. Nada más empezar encontramos nieve que pronta ya cubre el camino aunque con escaso espesor. Vamos ascendiendo hasta llegar a una laguna artificial construida para aprovisionar de agua al pueblo. Tras ella encontramos, parcialmente tapados por la nieve, los yacimientos megalíticos de La Tejera. Ya salimos a la pista, más cómoda en esta circunstancias, para ir superando el mayor desnivel de subida de la ruta de hoy. Así llegamos al collado que nos da vista hacia Camaleño y los Picos de Europa. Aunque el día se inicio feo, una leve brisa empieza a soplar y parece que empiezan a levantarse las nubes y despejar algo el cielo. Entre escobas, avanzamos a nuestra derecha (NE) para dar alcance al vértice geodésico del Pico Jano (1446m) excepcional atalaya sobre los Picos de Europa. En este último tramo la nieve, más abundante y reblandecida, añadió un punto de dureza para algunos. Un poco más adelante, en un promontorio erguido sobre Camaleño, repusimos fuerzas y definitivamente el sol hizo presencia para mejor disfrute del excepcional paisaje. Tras un breve descanso, emprendemos sobre el cordal el descenso, sin abandonar la línea divisoria. Al encontrarnos con el bosque de escobas, viramos a la izquierda (O) tratando de perder altitud pues ahora se trata de encontrar una pista que nos conducirá hacia La Viorna. Ésta, situada sobre el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, posee una enorme cruz de cemento sobre su cima que la hace visible desde el mismo Pico Jano. Tras las últimas incomodidades en la nieve, encarrilamos pista abajo hasta un evidente desvío (izqda.) y un último desnivel a superar. Treinta minutos más nos llevan a la  Cruz de La Viorna. Nos reagrupamos y disfrutamos de las cálidas luces del atardecer. Emprendemos el descenso final, buscando la vertiente de la villa de Potes, perfectamente visible, y tomar un sendero que entre encinas desciende de forma franca para retornar a la pista que finalmente conduce a Potes. Han sido 7 horas efectivas para 750m de desnivel de ascenso y unos 1400m de descenso. Tras esta fabulosa travesía, reponemos fuerzas con el menú degustación en el Hotel Valdecoro, muy recomendable. Mañana más.