ENGOLAOS: ALTO DEL CORRAL DEL DIABLO (2366M)

Sierra de Gredos, provincia de Ávila. Emprendemos esta actividad combinando para ello otras dos: la subida a la Laguna de la Nava por la Garganta de la Nava y la ascensión al Pico Alto del Corral del Diablo de 2366m, aunque la altitud oscila según la fuente consultada. Hay que hacer dos consideraciones: respecto a las condiciones, según la época la ruta puede pasar de dificultad media a alta con riegos de caídas de distinto nivel, y respecto a la longitud no conviene desdeñar la fuerza necesaria y la transformación de la nieve a lo largo del día. Salimos temprano de Nava del Barco (1200 aprox.) y tomamos la pista a lado del panel informativo y nos encaminamos al conocido como puente de la Yunta. Finalizada la pista y tras pasar una portilla verde, se suceden los jitos y balizas que nos indican el camino correcto. Pasaremos en el valle dos refugios muy próximos hasta el evidente estrechamiento que da lugar a la garganta. Será el momento de cruzar el cauce y emprender la subida por el camino empedrado que fue construido para las obras de represa de la laguna. El camino cada vez más cubierto de hielo obliga a poner los crampones y el casco parece más que recomendable. Tras superar un último rellano alcanzamos la Laguna de la Nava (3h15). Tras breve descanso empezamos a subir tomando el flanco E y procurando seguir en la vertiente norte pues ésta se halla en mejores condiciones de nieve. La arista final es un recorrido simple que requiere esfuerzo y cuyo único riesgo son las cornisas de nieve. Cumbre a las 5h de recorrido. Gran jito adornado de bandera española. Las vistas son muy buenas y el ambiente muy alpino. Vemos los picos La Covacha y Castilfrío, al que ascenderemos dentro de un par de días. Tras un buen descanso y un chocolate caliente, emprendemos la bajada en dirección a la cuerda de Riscos Altos que debe seguirse hasta un enorme jito que marca el final de la cuerda y que hoy es el punto para retirar los crampones. Aquí optamos por descender a una cabaña, cómodo, y luego un descenso al segundo refugio, aún oculto, por un terreno más incómodo. Hemos tenido la enorme suerte de encontrarnos con varias manadas de cabra montés, antaño en riesgo de extinción, y poder contemplarlas. Ya de regreso, el frío y las últimas luces del día nos ofrecen algunas imágenes formidables. Desnivel de 1300m y unas 9 horas de duración.